viernes, 28 de marzo de 2025

Capítulo I El horror de mi vida

 Hola me llamo Akane y les contaré mi oscura historia la cual sucedió, no recuerdo la fecha en la que nací pero todo empezó desde etapas muy chicas me la pasaba trabajando todas las mañanas, y en cuanto caía la noche llegaba a entregarle el dinero de mis ventas a los señores Ikane y Maisha y las cosas iban de mal en peor, porque a pesar de que todos los días no me iba muy bien siempre era castigada y golpeada por no entregar $500 lo cual era mi cuota, yo trabajaba vendiendo dulces y chicles de diferentes marcas, por las noches varias veces era amarrada con una soga o con cadenas y pasaban los días y la vida siguió igual. Pasaron los días y abecés no me permitían alimentarme ni que probara ningún alimento y cuando me atrevía a desobedecerlos terminaba bien marcada por todos los golpes que me daban, después de los 10 años las cosas siguieron empeorando porque una noche el señor Ikane empezó a abusar sexualmente tanto que terminó violándome, tiempo después intente ir con la policía y les conté todo lo sucedido con mis captores de cómo era maltratada, lastimada y también les conté mi historia de como vivía pero desgraciadamente ellos no me apoyaron porque no me creyeron y por falta de pruebas. Conforme fui creciendo el señor ikane me puso a trabajar en un burdel en el cual  todos los hombres ahí me violaban o me manoseaban, el burdel se llamaba Acucia ahí nuestro capataz el Señor Stein y la señora Seiña después se encargaban de nosotras, este hombre tenía un montón de niñas las cuales atrapaba de varias cuentas electrónicas y de convivencia como Facebook, Twitter y otras, en las que el utilizaba un nombre falso y se hacía pasar por un amigo que fingía que las escuchaba, así lograba engatusarlas y atraparlas, una vez que las chicas terminaban en este horrible y tétrico lugar las cosas empezaban a ponerse feas ya que la mayoría eran niñas de 5 a 10 años de edad, lo que sucedía era que abecés las niñas o eran torturadas ya que varios hombres las golpeaban con sus fajos o con una bara u otros instrumentos que el hombre tenía, y lo peor es que algunas terminaban siendo violadas o muertas debido a que los hombres estaban bien locos.Había veces que después de lo sucedido terminábamos amarradas y no recibíamos ningún alimento, todas las niñas lloraban y tenían miedo, una vez una de ellas intentó escapar, pero el señor se dio cuenta y después la amarró a un poste de madera y ahí empezó a golpearla con una Bara y un látigo  luego de varios golpes ella terminó con un montón de marcas y muerta, el hombre se acercó a las niñas y les dijo: acérquense niñas esto les pasara si se intentan escapar, las niñas empezaron a tener mucho miedo por lo sucedido. Y varias niñas empezaron a decirse entre ellas: si hubiera hecho caso a mi mamá y a mi papá de no haber aceptado conversaciones con este hombre ni nadie extraño que no conociera, mi madre y mi padre tenían razón. Muchas de las niñas estuvieron llorando por un buen rato, mientras Akane solo pensaba que le serviría escapar ella se decía: para que escapó mi vida a donde vaya siempre será peor. Poco a poco se fue llenando con más niñas las cuales eran traídas con engaños, y hace pocos años pasó la policía y vio este horrible lugar pero desgraciadamente no nos apoyaron, por que al parecer según ellos todo estaba en regla,  y con el pasar de los días el señor decidió retirarse no sin antes meter a Sofía la primera niña de 11 años al cuarto y ahí inicio a violarla, con mucha fuerza agarro el fajo y una Bara y comenzó a maltratarla con ellos  la niña lloraba y gritaba pero logró sobrevivir a la dura tortura que el señor le dio, después de que el señor Stein salió dejó a cargo a su esposa Seiña, ella era también muy agresiva ya que no sólo las amarraba si no que cada noche a todas y cada una de las niñas las golpeaba con la hebilla de un cinturón y luego las marcaba con un palo especial que tenía, las niñas no solo lloraban y gritaban si no que la mayoría abecés suplicaban para que parara pero ella jamás lo hacía. Incluso a Akane también le tocó este tipo de tortura, pero a pesar del dolor que ella sintió ya estaba acostumbrada a este tipo de vida y lo triste era que ella ya sabía lo que era. Así dure varios años con este sufrimiento y con este dolor, la desesperación, seguí metiéndome con muchos hombres mayores, también busque la manera de tener la aprobación de la señora Seiña con la cual logré que me volviera la dominatrix de las niñas.

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